jueves, 25 de junio de 2009

Sonrisas del invierno en mis cielos internos


Alguien sabe que ser feliz es una cuestion de detalles, sabe que saber lo que queremos no es lo mismo que conseguirlo. Y que no saber lo que queremos no es lo mismo que no tratar de averiguarlo y a ese alguien ahora le toca empezar a disfrutar, de una misma vida, pero vivida desde un distinto lugar, que no es lo mismo que una nueva vida.
De una vida más calmada que la mizma calma, y quizá, más convincente. Interiormente hay un cambio.
Hay una gran nostalgia que va de la mano con un compañerismo indispensable e incondicional; único y necesario.

No me incorporo a la idea de entenderlo todo, creo que dejò de importarme un dìa y si me fijo bien, creo que hasta podria precisar cual fue ese dia, pero en realidad no viene al caso. La cuestiòn es que a partir de ahí, las explicaciones pasaron a ser muchisimo menos contundentes que sus resultados. El porquè sucede una cosa, puede o no ser más importante que la cosa que sucede. Si el ànimo es el anàlisis, tal vez pueda ser constructivo el tema causa y efecto, sìntomas enfermedades y remedios, còmos y cuàntos, pienso luego existo. Pero el ànimo, ultimamente al menos, no es analizar ni proyectar ni llegar a ningun sitio. Entonces ahi, pin pan pum, lo que pasa es tanto mas contundente que la explicaciòn las causas y los remolinos de viento que lo empujaron a suceder, que para mì que tengo el ùnico plan vital de sobrevivir dignamente a mis propias trampas emocionales, la cosa se ha puesto verdaderamente emocional.
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Vivimos distintos destinos cruzando el mismo temporal.♪

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