jueves, 6 de marzo de 2008




Es diferente. Todo. Estar siempre rodeada de gente con la que reís a estar todo el día sola con paredes poco amigablemente blancas. No me quejo, le doy unos pocos días a la vida para que se geste. Tome forma -lo de siempre- mientras, camino, y le sonrío a gente que no conozco.


Tampoco es tan diferente y me contradigo. Me contradigo para tener dilemas, para dejar todos los dilemas inconclusos y regalarme licencias, permirtirme lo que no se permite, lo que se castiga, pensar lo que no se puede/debe. Que el día también sea un sueño constante.
Nadie tiene idea de la cantidad de dibujos, frases y , sobre todo, colores que emergen cuando viajo, ni de esas palabras que secretamente guardo en papeles que se pierden.
Nadie tiene idea que es lo que siempre quise; que lo que siempre quise no tiene un costo. Y sostengo. Que si la vida no tuviera esa pizca de amargura, no tendríamos consciencia de lo dulce que es. - y no tendríamos esa hermosa facultad de sonreir por lo que nos parece encantador -


Prefiero los colectivos a los subtes.


(y por estos días preparo una mochila)



foto: En el subte, por estación Lima, Buenos Aires. Llendo a ver a Chala. Y recuerdo.. tremendo viaje ese.

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