Nunca se pusieron a pensar en que todos tenemos una doble personalidad, no necesariamente oculta, que se apodera de nosotros en varias ocasiones, dejándonos totalmente confundidos. A veces quedamos sorprendidos por acciones que nuestro cuerpo no controla, o sí, pero más específicamente actos que "Nosotros" la persona que mostramos, no realizaría.
En esos momentos de "no-control" sentimos una adrenalina increíble, como tratando de no ser descubiertos por las personas que creen en nuestro cuerpo, por así decirlo, que "nos conocen" y que conocen nuestros límites. Pero no. Nadie, ni nosotros mismos conocemos nuestros límites, nos los imponemos, haciendo que nuestra mente cree situaciones "inalcanzables". Es lo mismo pensar que la gente nos conoce, cuando el pensamiento es tan cambiante. Conocer sí sería una definición inalcanzable, creo yo.
Ese cachito que siempre falta para ser uno. Ese pedazo que nadie entiende, y muchas veces subestima. Ese límite entre la cordura y la locura, tu doble. Esos momentos que no sabes que hacer. Esos tiempos en los que no querés mostrarte.
El doble aparece.
A pesar de estar dividido, uno siempre es uno, si sabe elegir.
Ese toque de cordura que nos hace volver a la realidad cuando estamos soñando demasiado. Esa ensoñación que nos hace volar y vivir otra realidad, en colores. Nuestro ideal de vida, reflejado en los más bizarros y hermosos pensamientos. Nuestro universo paralelo, no tan paralelo. La hermosura de vivir en dos mundos, tan arraigados entre sí, y tan diferentes. La mirada dualista del alrededor.
Principios, irreales, surrealistas y verdaderos.
-Tu cable a tierra -
TODOS TENEMOS UN CABLE A TIERRA, EN ALGÚN LUGAR, EN ALGÚN MOMENTO.
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